La energía de las Ondas Radiales es introducida en la zona de tratamiento del paciente con un transmisor y generada mediante un proyectil accionado por aire a presión que se encuentra dentro del transmisor. Las ondas de presión generadas se propagan vastamente en el tejido causando un efecto mecánico que estimula el sistema nervioso, determina la producción de óxido nítrico y otras sustancias químicas biológicamente activas. Todo esto determina un aumento del metabolismo, neoangiongenesis y liberación de factores de crecimiento y puede llevar a la reducción del dolor crónico y a la regeneración de tejidos patológicos.
Son ondas mecánicas centradas en una zona de enfoque localizada a distancia del cabezal terapéutico donde desarrollan su actividad, a diferencia de las Ondas Radiales que divergen perdiendo energía a medida que aumenta la profundidad. La zona de enfoque o terapéutica puede variarse usando dispositivos de acople diseñados para las distintas aplicaciones. Estas son variadas tanto en patologías tendinosas, disfunción eréctil, heridas crónicas y pseudoartrosis.
Los efectos biológicos están relacionados con la onda de presión. Ondas Radiales y Focales pueden complementarse entre sí. Si bien la Radial es adecuada para tratar áreas extensas, las ondas de choque enfocadas pueden concentrarse en lo profundo del cuerpo. El tratamiento de ondas de choque combinadas ofrece al Médico Especialista un amplio espectro de posibilidades para tratar diferentes tipos de patologías que por su comportamiento y especificidad es ideal dicho tratamiento.
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